lunes, 22 de noviembre de 2010

ESTE PROBLEMA NO LO RESUELVE LA ESCUELA PRIMARIA

SALAZAR BONDY

Así consideradas las condiciones del problema pedagógicos, ¿qué deberemos hacer? ¿Fomentar la instrucción superior?¿Resolver aisladamente estos problemas sin comprenderlos en una solución sincrética?
A juzgar por la iniciativa del gobierno , que responde a un sentimiento nacional , lo primero que importa hacer es fomentar la instrucción primaria .Se cree, que el origen de nuestra decadencia está principalmente en el considerable número de analfabetos , y tomando como analogía , lo que ha hecho la escuela norteamericana , se concluye de este modo :”el día en que tengamos numerosas escuelas el país se habrá salvado”; “el día en que podamos gastar algunos millones en fomentar la instrucción primaria nos habremos regenerado”.
¿En qué consiste esa regeneración y , cómo podrán realizarla nuestras escuelas?. Eso no se discute ; porque se establece como indiscutible que la escuela ha operado esa regeneración en todas partes y debe producir ese mismo efecto entre nosotros , dada la unidad de la especie humana .
Y sin embargo , nada más digno de discusión que ese hecho indiscutible ; porque conviene saber , si por generación se entiende solamente cierto grado de desarrollo intelectual , que permita al hombre extender y perfeccionar el campo de sus ideas , dejando los sentimientos a merced de esa cultura o si esa palabra tiene un sentido más profundo y se refiere esencialmente a la disciplina del sentimiento y de la voluntad. Comprendida la cultura en un sentido intelectualista; es claro que las escuelas en el Perú ; podrán , enseñando las materias de un programa adecuado , llenar su misión .Todo quedará reducido a pagar maestros , edificar locales y adquirir mobiliario conveniente .
Pero ,¿Se habrá resuelto así el problema de la felicidad individual y social?¿Se llegará a ese fin por las ideas? Creemos firmemente que no : Al contrario , afirmamos que esa cultura intelectual es nociva , si está al servicio de un egoísmo refractario a la disciplina social. Las escuelas que no moralizan son focos de infección , y de las escuelas no moralizan si se contraen exclusivamente a la cultura intelectual.
Los que no conocen la psicología del sentimiento en sus relaciones con las ideas y la voluntad , incurren en el grave error de dar a las ideas un poder que no tienen sobre las acciones .Estas se encuentran a merced del sentimiento , que resiste con ventaja los consejos de la razón .
Si la escuela debe moralizar , si la escuela debe contribuir a la felicidad del individuo y de la sociedad , necesita educar el sentimiento .¿Y podrá conseguirse esto con las escuelas que se proyectan? Nada autoriza a suponerlo ; porque ni las escuelas modelos surgen por encanto , ni es posible obtenerlas con la sola aplicación de los recursos materiales.
La escuela educa , la escuela moraliza , la escuela civiliza ; no con maestros eruditos , ni con locales y mobiliarios completos ; sino mediante la acción del ejemplo y la influencia de las ideas morales , operada por medios que hieren directamente el sentimiento .Ese es el secreto de la eficacia de la escuela en los países que no son latinos y que no están bajo la dirección religiosa del clero católico .Esa es también la causa principal de la superioridad de las sociedades regidas por un sentimiento religioso de libre examen.
Un pedagogísta francés explica por esta causa el hecho singular , de que en los países protestantes la instrucción primaria ha llegado a un alto grado de organización , mucho tiempo antes que en aquellos en que predomina el culto católico .El protestante tiene un libro de lectura ,que necesita conocer muy bien y en el cual busca durante toda su vida un consejo , una regla de conducta o un consuelo , un principio de resignación , un estimulo para su actividad en los momentos de desfallecimiento .Ese libro es la Biblia ; que aviva su deseo de saber , su necesidad de profundizar la vida y conocerla en todos sus pliegues , que no lo aparta de la realidad para desdeñarla y elevarlo a regiones celestiales , en que los intereses humanos se disipan ; sino que lo mantienen aquí , en medio de las miniseries de esta tierra y de sus grande obstáculos que necesitan vencer .Ese libro le enseña que debe tener confianza en sus propias fuerzas , que todo lo ha de esperar de su voluntad bien rígida , que la providencia es fecunda para los buenos y activos solamente ,que los bienes de la naturaleza no son fines , sino medios de expansión de la libertad humana , de esa libertad individual , de ese sentimiento de independencia , rico tesoro de virtudes , legado a esas razas , por una voluntad que se esconde en el origen de la humanidad.
Todo eso le enseña la biblia al protestante , porque todo eso se lo explica y hace comprender el sacerdote y el maestro , edificando su carácter , ese carácter severo , que se identifica con el deber y que puede desafiar impunemente las asechanzas corruptoras de la riqueza , ineficaces para detener su actividad , paralizarla y casi extinguirla, como se extingue en ese ideal del ”fare niente”, aspiración de la raza latina , cuya religión del movimiento , que ha llegado a construir ya un peligro para la felicidad como es toda dirección exclusivamente en la solidaridad de las fuerzas que componen el universo.
La escuela norteamericana no es confesional ciertamente , pero está envuelta en esa atmosfera de educación religiosa , característica del pueblo sajón ; de la que no ha podido escapar ni el catecismo , con sus dogmas y su intransigencia forzado a amoldarse al espíritu que informa la civilización yankee.”Lo que hay de verdaderamente sorprendente , dice Weiler , es que el mismo catolicismo ; al tocar el suelo americano , haya experimentado las leyes de una especie de evolución natural y que esta religión de dogmas absolutos , que representa entre nosotros la forma ideal de despotismo ilustrado , se haya transformado al soplo poderoso de la libertad” .La preocupación de la enseñanza religiosa no es la de formar santos , sino bravas gentes , gentes honradas y valerosas ; la doctrina fundamental del padre Hecker es la de mejorar al hombre por la religión , antes de hacerlo un santo , es la de utilizar inmediatamente los preceptos religiosos en el mejoramiento individual y social de la humanidad ; es de demostrar la utilidad de ser bueno ; es hacer de la religión una moral y no de la moral una religión ; es realizar el ideal de ese gran pueblo , en que el espíritu democrático informa el pensamiento religioso y en que la noción del trabajo honrado , de la actividad honesta , constituye la base solida de toda su civilización.
No nos detendremos aquí en repetir lo que Demolins Routier , Dugard , Boutmy , Spencer, Sergi, Wailer, Bazalgette y otros han dicho sobre las causas que determinan la decadencia de la raza latina y de la superioridad de la sajona .Nuestro objeto al establecer esta comparación es manifestar solamente que la eficacia de la escuela norteamericana , no es el resultado exclusivo de los medios exteriores de la pedagogía , sino de causas más profundas que tocan la índole de la raza y se relacionan con la enseñanza religiosa.
Pensar , por consiguiente , que revistiendo a nuestra escuelas del aparato que exhiben las norteamericanas , podremos llegar al mismo fin , es incurrir en el error común en que incurre nuestro criterio al imaginar que modificando las leyes operaremos súbitamente el cambio de los hombres.









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