Nada puede decirse en definitiva sobre esta nueva escuela hasta que no se elabore el plan nacional de desarrollo .Desde ahora se hace evidente , sin embargo , que la planificación educativa estará centrada en la idea de capacitar a los peruanos para las tareas concretas de la vida nacional. Permítaseme insistir en esta expresión tareas concretas .Contra el carácter abstracto , falsamente universal , que ha prevalecido en la educación peruana del pasado , hay que volver la vista a las exigencias de la realidad , hay que volver la vista al hombre concreto , sus problemas ,sus incitaciones geográficas e históricas y sus posibilidades de perfección bien definidas .También nosotros queremos la plenitud de la exigencia de desarrollo nacional obliga a poner como idea –eje de nuestra educación , la capacitación para la vida .Debemos prepararnos para esta nueva orientación de la escuela peruana y estar dispuestos a prestarle el apoyo de nuestra convicción y de nuestra voluntad constructiva .Y para ello tenemos que habituarnos a pensar en términos de desarrollo nacional y a concebir – con presidencia de toda la idealización imitativa y abstracta del hombre y su destino – que educar es hacer al hombre apto para la acción y que ser apto en el Perú debe significar ser capaz de contribuir al ascenso de la nación .
En este contexto hay que plantear y resolver hoy día –como un ingrediente de la tarea que tenemos por delante – el problema de la oposición entre educación humanista y educación técnica .Sabemos que el progreso del Perú depende de su adaptación a las formas más avanzadas de la economía moderna , que es una economía industrial .La transformación de nuestra estructura económica exige una pronta y vasta asimilación de la tecnología de Occidente .Por lo cual parecía que estamos condenados a optar en contra de la educación humanista .Pero tal conclusión seria incontestable sólo si fuera cierta la oposición de humanismo y técnica .Como lo he mostrado en otra ocasión , la técnica en tanto que trabajo como fuente de creación del ser humano .En consecuencia , tampoco la educación técnica se opone a la humanista .A decir verdad , toda educación que realiza cabalmente sus fines , esto es, que cumple los ideales de la formación humana , es en esencia humanista. ¿Cómo podríamos hoy formar cabalmente hombres dando la espalda a las realidades de la sociedad contemporáneo?¿Cómo podríamos llevarlos a su plena forma sin ponerlos en posición de los medios racionales y prácticos para actuar en el mundo y para convertirlo en un mundo de personas? La educación técnica , que enseña a poseer esos medios , tiene así su justificación humanista.He aquí otra misión que el maestro debe cumplir y que es también inexcusable en una educación para el desarrollo .Criticar nuestra mal llamada educación humanista y devolver su dignidad a la escuela técnica , tomarla como centro de formación de los nuevos hombres que el país necesita para su expansión material y espiritual ; rescatar , sobre todo , al trabajo manual de su condición de tarea inferior y mostrar – educando para ese trabajo y en ese trabajo- la presencia del espíritu creador en él el aliento de la racionalidad y la libertad humanas que hay en su obra y las ingentes reservas de moralidades colectiva e individual que guardan los quehaceres más humildes cuando tienen un sentido constructivo .Actuando así, el maestro habrá afirmado en todos los educandos , sean cuales fueren sus aptitudes y sus preferencias vocacionales , la confianza indispensable en su esfuerzo ; habrá hecho nacer en ellos la conciencia del valor social de su acción , y habrá entregado al país , llenas de pujanza y de sentido renovador , las energías materiales y espirituales que le son indispensables para su crecimiento.
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